sábado, 31 de mayo de 2008

Treinta

El orden de las cosas, del universo en si, se esconde debajo de todas las camas, por lo menos de todas las personas que tiene una. Ese lugar bordeado por el miedo entre el laberinto de adentro y el laberinto de afuera. Algo que inevitablemente termino perdiendo y Dios sabe que no miento cuando digo que daría una pierna por la mitad de las cosas que he perdido.

No hay comentarios:

contadores