domingo, 25 de mayo de 2008

veintitrés

-Chico, ven sube, yo se a donde vas

-Por favor no lo digas, tan solo no lo digas.

-No, chico yo no invente el destino, veras la gente inventa cosas realmente inservibles para sentirse mejor.

Mis ojos se convierten en dos platos negros inmensos. La harley brilla como nunca, transgrede la realidad. El sabe perfectamente de que estoy hablando, y que llevo esa palabra gravada como una mordida en el antebrazo.

-Ahora entiende, detrás de esa puerta esta la chica que buscas y toda tu generación esta ahí también. Un mar de chicos: chicos ebrios, chicos dormidos sobre su vomito, chicos con miedo a las palabras con "R", chicas que conocen todas las pastillas, una virgen que en 30 segundo dejaran de ser lo y llorara toda una vida, un perro intentando suicidarse, pulmones negros y verdes, mas chicas que bailaran 3 minutos antes de que sus vida se desplomen sobre sus piernas y por supuesto chicos muertos. Niños que juran, lloran, se estiran, se contraen . Los sueños de todos parecen uno mismo, pero en este lugar y en esta época del año sus sueños no valen nada.

- ¿pero los vas a salvar?

-Sabes que ellos me dejarian cualquier viernes por la noche, pero ellos no creen en mi y la verdad yo tampoco creo en ellos. Chico tu tienes las balas y la realidad se auto-destruirá si me quedo mucho tiempo contigo.

- Espera... tengo muchas preguntas.

- Y siempre las tendrás. Chico, un hombre sin preguntas no vale la pena. Una caja vacía es infinitamente mas útil que una caja llena.

El ruido de la harley rompe un par de lunas y quema otro par de nubes. Suenan todas las alarmas de los carros. A nadie parece importarle.

1 comentario:

La Blader dijo...

tus 5 minutos con el gordo bnachon

contadores