viernes, 30 de mayo de 2008

Veintinueve

La realidad son las sensaciones sin nombre que se escurren entre nuestros sentidos. Ayer desperté con un techo extraño. Soñe que era una bala perdida en un ángulo irracional o alguna mierda por el estilo. Algo en definitiva mejor que lo que se puede decir de este lugar. Quizás nunca hemos estados aquí o quizás nunca te alcancé. El punto es que no estas y nada es como dijiste. Lima no es una ciudad de estrellas, es una ciudad de nubes. Nubes absolutas-necias-amorfas-grises-rotas. Lima es, en todo caso, un fantasma bajo un pequeño cementerio de sueños flotando.

Quiero irme, fumar un cigarro entre tus piernas, que me mientas sobre desiertos tormentas municiones fantasmas pasadores alas lluvia la noche tu pelo mis rodillas tu soledad mi pena negro castaño negro tu yo tu.. ¿Entiendes? llevarte al cementerio de sueños a ver morir el infinito.

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